Tópico de New York
AL FINAL, el verano y las feromonas nos ponen a cada uno en nuestro sitio. Esto es, a Jeremy arriba y a Jay abajo. O al revés: ella arriba y él abajo. No, no, mejor cambian, que ella se cansa y ha tenido un día muy largo. ¡Vaya! Esto que se oye no lo han hecho antes. Y por lo que parece, debe de ser un Cuatro x Cuatro (Patas) en toda regla. Así que sí, por fin todo el mundo en su sitio: Jeremy y su perrita; Wendy, la suya y su madre (o Wendy, la suya y la suya). Y yo y mi bici, la cual, por cierto, desde hoy duerme oficialmente en la calle. Me he traído el sillín a mi cuarto pero no es lo mismo que el sexo en pareja.
Y me hago una pregunta: si un ladrón de bicis se encuentra con una bicicleta que no tiene sillín, ¿cuál es su reacción? ¿Pierde interés por ella o, por el contrario, indignado ante la que parece una inacabada obra de arte del hurto, acomete sin piedad contra mi candado de 12,99 y se lleva el cuerpo, ya inerte, de mi bicicleta chino-jordana de 125 dólares? ¿Y si voy a comprobarlo sin más?
…
Ahí sigue. Veremos a ver qué noche se cumple el tópico y Nueva York, la ciudad de maleantes sin escrúpulos, engulle mi bici para siempre y la vomita en un mercadillo de ruedas, cambios Sihermano (no confundir con Shimano) y cuadros de aluminio (porque la venderán como aluminio y debe de ser una mezcla asquerosa de acero con Titanlux!)
Aunque, bien mirado, para eso están los tópicos: porque esperas encontrarlos. No para que llegue una banda de tarados y un once de septiembre se carguen dos tópicos de un tirón. Ahí es cuando tu amigo Cesítar te dice: “¿pa qué vas a ir a Nueva York, si se han cargao lo único bueno que había?” Y algo de razón lleva, porque yo soy otro fanático de los rascacielos, de los que están en pie vaya, y en eso hemos perdido mucho por aquí. Como en otros tópicos: una chica imponente ha estado esperando diez minutos a que la recogiera un taxi. Y muchos de ellos libres. No les viene bien, simplemente. O su religión está en contra de las rubias. O era Miércoles de ceniza. Vete a saber. [esto, actually, ha sido lo mejor del día!]
El tópico del Empire State seguía firme. Y también aquel de Phoebe en Friends y “su llamada es muy importante para nosotros”. Eso me decía continuamente la vocecita del Pennsylvania Hotel. He ido a preguntar una habitación para mis padres y me han hecho sentir lo verdaderamente importante que soy para ese hotel de 1600 habitaciones. Me lo han repetido unas 40 veces y siempre lo he creído.
Agradezco también el topicazo de Nueva York como una ciudad llena de hispanos, porque estoy comenzando a olvidar mi inglés. Sí, así es. Pierdo facultades. Olvido participios como puños y, palabras más, palabras menos, comienzo a no entender mucho de lo que me dicen y empiezo a ser un poco incomprendido también. La cachonda de la madre de Wendy me recomienda que escriba en inglés. Lo que me faltaba, olvidar mi castellano. Así que voy a remediar lo primero con unas clases de inglés, las cuales, por cierto, para mi sorpresa, sí, aquí, en América, en Nueva York, en la tierra donde te cobran 5 céntimos si te llega un mensaje, aquí, donde tienes que pagar una propina de un dólar al abonar los tickets de tres cervezas en una fiesta de pitiminí, en la esquina donde el pobre que te pide limosna te recuerda las tasas y el tip del quince al veinte por ciento, las cuales decía, las clases, son gratis. ¿Por qué? Porque eres su conejillo de indias. Experimentan contigo lo buenos profesores que van a ser en el futuro. Por mí que experimenten lo que quieran, ya estaba a punto de preguntar cuánto vale en el mercado mi apéndice, mi riñón derecho y mis flamantes muelas del juicio. Supongo que alguien compraría todo este material en alguno de los mercadillos de personas que debe de haber repartidos entre las grietas de los edificios de Wall Street. Cada uno, a su nivel, un maleante. Eso sí, el sillín no me lo quita ni Dios. Él arriba y yo abajo. O al revés, me da igual que me da lo mismo.
Aquí al lado todo es silencio. Sí que ha sido un día duro, sí. Para mí también. Como buen indeciso, digo zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz…
Y me hago una pregunta: si un ladrón de bicis se encuentra con una bicicleta que no tiene sillín, ¿cuál es su reacción? ¿Pierde interés por ella o, por el contrario, indignado ante la que parece una inacabada obra de arte del hurto, acomete sin piedad contra mi candado de 12,99 y se lleva el cuerpo, ya inerte, de mi bicicleta chino-jordana de 125 dólares? ¿Y si voy a comprobarlo sin más?
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Ahí sigue. Veremos a ver qué noche se cumple el tópico y Nueva York, la ciudad de maleantes sin escrúpulos, engulle mi bici para siempre y la vomita en un mercadillo de ruedas, cambios Sihermano (no confundir con Shimano) y cuadros de aluminio (porque la venderán como aluminio y debe de ser una mezcla asquerosa de acero con Titanlux!)
Aunque, bien mirado, para eso están los tópicos: porque esperas encontrarlos. No para que llegue una banda de tarados y un once de septiembre se carguen dos tópicos de un tirón. Ahí es cuando tu amigo Cesítar te dice: “¿pa qué vas a ir a Nueva York, si se han cargao lo único bueno que había?” Y algo de razón lleva, porque yo soy otro fanático de los rascacielos, de los que están en pie vaya, y en eso hemos perdido mucho por aquí. Como en otros tópicos: una chica imponente ha estado esperando diez minutos a que la recogiera un taxi. Y muchos de ellos libres. No les viene bien, simplemente. O su religión está en contra de las rubias. O era Miércoles de ceniza. Vete a saber. [esto, actually, ha sido lo mejor del día!]
El tópico del Empire State seguía firme. Y también aquel de Phoebe en Friends y “su llamada es muy importante para nosotros”. Eso me decía continuamente la vocecita del Pennsylvania Hotel. He ido a preguntar una habitación para mis padres y me han hecho sentir lo verdaderamente importante que soy para ese hotel de 1600 habitaciones. Me lo han repetido unas 40 veces y siempre lo he creído.
Agradezco también el topicazo de Nueva York como una ciudad llena de hispanos, porque estoy comenzando a olvidar mi inglés. Sí, así es. Pierdo facultades. Olvido participios como puños y, palabras más, palabras menos, comienzo a no entender mucho de lo que me dicen y empiezo a ser un poco incomprendido también. La cachonda de la madre de Wendy me recomienda que escriba en inglés. Lo que me faltaba, olvidar mi castellano. Así que voy a remediar lo primero con unas clases de inglés, las cuales, por cierto, para mi sorpresa, sí, aquí, en América, en Nueva York, en la tierra donde te cobran 5 céntimos si te llega un mensaje, aquí, donde tienes que pagar una propina de un dólar al abonar los tickets de tres cervezas en una fiesta de pitiminí, en la esquina donde el pobre que te pide limosna te recuerda las tasas y el tip del quince al veinte por ciento, las cuales decía, las clases, son gratis. ¿Por qué? Porque eres su conejillo de indias. Experimentan contigo lo buenos profesores que van a ser en el futuro. Por mí que experimenten lo que quieran, ya estaba a punto de preguntar cuánto vale en el mercado mi apéndice, mi riñón derecho y mis flamantes muelas del juicio. Supongo que alguien compraría todo este material en alguno de los mercadillos de personas que debe de haber repartidos entre las grietas de los edificios de Wall Street. Cada uno, a su nivel, un maleante. Eso sí, el sillín no me lo quita ni Dios. Él arriba y yo abajo. O al revés, me da igual que me da lo mismo.
Aquí al lado todo es silencio. Sí que ha sido un día duro, sí. Para mí también. Como buen indeciso, digo zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz…
1 Comments:
Jajaja yo tampoco voy a leerlo!!! (he leído solo el final). Te leo ya en casa que no me queda batería apenas y te contesto al mail ok? He leído entre líneas tu poco "bulliciosa" situación y te mando mucho ánimo y mucho beso con interferencias vale?
david.
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